miércoles, 26 de diciembre de 2012

UN HITO REVOLUCIONARIO

La última elección de EON Productions para la representación de James Bond en sus
películas siguientes recayó sobre el actor británico, Daniel Wroughton Craig. Más
conocido como Daniel Craig, el nuevo intérprete del agente secreto 007 nació en Chester
(Reino Unido) en 1968 y se graduó en la Escuela Guildhall de música y Drama de
Londres.

Daniel Craig interpretando a James Bond.
Daniel Craig ha supuesto una ruptura de la constante prototípica de elegancia, brillantez y suavidad que solía representar a James Bond, ocasionando un giro drástico y concediéndole al personaje matices más duros, de acción y de masculinidad exacerbada.
Inicialmente fue acogido con escepticismo y reticencia, pero tras el estreno de su primera película como espía encubierto, Daniel Craig ha conseguido ganarse la confianza y aceptación de muchos seguidores de la saga y de su crítica.

El nuevo personaje Bond se torna como un asesino de delincuentes peligrosos que por
primera vez lleva a plantearse si realmente Bond es el bueno o es el malo que trabaja
para los buenos.
A juicio del propio Daniel Craig, consiste en un personaje cuyo lado oscuro no es
explorado a lo largo de la película pero sí debe conducir a preguntarse por la verdadera
identidad del espía.
Con el estreno de Casino Royale (2006) logró la mayor recaudación en taquilla de la
historia de James Bond e introdujo una nueva forma de ver el cine espiatorio. La
participación en una proyección fílmica de tal calibre le confirió la fama internacional,
siendo reelegido para interpretar al agente 007 en los rodajes siguientes:
Quantum of Solance (2008) y Skyfall (2012).
La última película estrenada a mediados de este año representa la vigésimo tercera
entrega de la serie y cuenta con la colaboración del actor español Javier Bardem, quien
ejecuta el papel de antagonista.
Craig reconoció para la revista online Parade que sentía respeto por el personaje, puesto
que sus antecesores habían dejado el listón muy alto y él se veía en la obligación y en la
necesidad imperiosa de mantenerlo.
Pierce Brosnan constató sobre el inglés que debía considerarse un actor brillante y lo
suficientemente preparado y, por supuesto, documentado como para convertirse en un
"James Bond memorable".
A pesar de su carrera como espía que ha eclipsado su profesión interpretativa por
completo, su debut cinematográfico se anticipó mucho antes de la mano de la película
La fuerza de Uno (1992), a la que le siguieron éxitos como Layer Cake,
Camino de Perdición o Munich, entre otros.
El actor de 44 años y casado en la actualidad con la actriz Rachel Weisz, firmó un
contrato con EON Productions, comprometiéndose a protagonizar cuatro películas de
la franquicia.
Aunque no descarta continuar ejerciendo de agente secreto, reconoce que James Bond
debe ser un personaje juvenil y vivaz y asegura que estará encantado de cederle su
posición al siguiente elegido, sí lo hay. Por ello, la pregunta que ahora cabe hacerse es
¿Habrá un próximo James Bond?

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