Hay paisajes que se clavan en el corazón. Capturas visuales que al recordarlas trasmiten paz y tranquilidad. La sensación de encontrar un lugar perfecto e íntimo. Instantes recogidos y escondidos en la eterna memoria que nadie puede perturbar y a los que recurrir en momentos de flaqueza. Se trata de espacios que a simple vista pueden parecer banales, normales, corrientes y sin importancia, que incluso en otras circunstancias no hubiesen significado nada. No obstante, son descubiertos por personas necesitadas de ellos y en ocasiones concretas que hace que se transformen en paraísos. Quizás sólo sean vistos una vez por su espectadores, pero tienen suficiente capacidad para emanar energía el resto de la vida. Es la magia inexplicable de las vibraciones humanas. Hay quien habla de sensaciones, energías, auras...al fin y al cabo son remansos de aire para el corazón donde no existen las preocupaciones, ni hay lugar para la tristeza. Recovecos privados de uno mismo que nadie más conoce, ni debe conocer.
¿Nunca habéis tenido los ojos tan rojos y cansados de llorar que ya ni salen lágrimas?
Se te hinchan las bolsas y te escuecen. Llega un punto en el que ya no recuerdas ni por qué
llorabas. Tus párpados están tan agotados de no haber dormido que no resisten su peso y
se desploman. Realmente no duermes, no descansas, sólo tratas de no pensar para no llorar.
Tus pulmones ya no tienen aire, y tu respiración se debilita a cada momento que continúas
entristecido.
Sólo quién ha llorado así, durante horas, días, semanas, sabrá de lo que hablo. De esa
horrible sensación desgarradora del corazón. No bromeo. De verdad notas cómo algo en
el pecho te oprime y te causa una enorme dolencia. Paradójicamente es un dolor que te hace
saber que estás vivo, que eres humano y sufres. Quizás sea una de las peores experiencias
que existan, pero cuando te recuperas, renaces aún más fortalecido y seguro de ti mismo.
La saga de mayor longevidad en la historia del cine celebra su 50 aniversario
haciendo un recorrido por toda su proyección fílmica desde sus incicios hasta
el estreno reciente de la última hazaña del agente 007.
Uno de los rasgos mas destacados de las películas de James Bond son sus localizaciones
cambiantes y diversas. Se puede mencionar no sólo aquellos lugares que visita el
personaje, sino también los ambientes geográficos de grabación y rodaje, así como las
zonas mundiales mencionadas en las producciones fílmicas pero cuya aparición en
pantalla no se efectúa.
Tower Bridge (Londres).
La cuna emblemática del espía se sitúa en Londres, siendo la ciudad europea en la que
se desarrollan la mayoría de las misiones, y lugar de residencia del centro neurálgico del
MI6. En la capital inglesa se encuentran los estudios Pinewood y algunas agencias
organizan visitas guiadas y un London Taxi Tour que permite a los turistas seguir los
pasos del valiente espía y descubrir los decorados.
El segundo país al que más a viajado el agente secreto para lograr sus objetivos, referentes
a la salvación del mundo, es Estado Unidos. Estados como Florida, Kentucky, Nevada,
Miami, Las Vegas o San Francisco aparecen repetidas veces en sus películas. En
Las Vegas, el hotel Hilton se transformó en la Casa Blanca gracias a la amistad de la
productora con el magnate hotelero Cubby Broccoli. Canadá aparece en una única
ocasión de manera referencial.
En lo que respecta a las famosas y atractivas playas y costas que reiteradamente se
muestran escenificadas en las películas de James Bond, su procedencia se establece
en Sudamérica y América Central, en la mayoría de los casos. El Caribe, Cayo Hueso,
Las Bahamas, Jamaica, La Habbana (Cuba) o Bolivia son algunas de las numerosas
localizaciones privilegiadas que han constituido una sede de rodaje de gran magnitud
decorativa y argumental.
En Moonraker, James Bond viaja a las cataratas del Iguazú en el Amazonas (Brasil),
donde efectúa su primera misión espacial, relacionada con la base de lanzamiento de las
naves del malvado Drax.
El continente africano también ha tenido una leve participación geográfica durante el
rodaje de las películas. Países como Egipto, Uganda y Marruecos han experimentado
el paso del agente secreto 007 por sus calles. El complejo de pirámides de Niza, Luxor,
el Nilo y el templo de Karnak son los monumentos y ambientes egipcios más
revalorizados cinematográficamente.
Rusia aparece en cuatro ocasiones a lo largo de toda la saga, siendo reseñables las
localizaciones efectuadas en Siberia y San Petersburgo.
La zona este del mapa mundi de Bond se compone principalmente por China, Japón
y la India, aunque Líbano, Macao, Afaganistán, Pakistán o Kazajistán también han
sufrido horas de rodaje en sus aceras.
Por su parte, Europa es el continente por excelencia del espía, que aparece en todas
las películas sin excepción. A través de sus múltiples países, Europa ha estado
presente en cada una de las producciones del género de acción espiatorio. Estambul
(Turquía), Berlín (Alemania), Estoril (Portugal) y Venecia (Italia) son algunos de los
espacios ejemplificadores de la importancia del continente más antiguo del planeta
en la vida de James Bond.
España es, con diferencia, el país europeo después de Londres con mayor relevancia
en el plan de rodaje de la franquicia. Apareció por primera vez en 1981, cuando
Roger Moore efectúo su interpretación en Madrid en la película Sólo para sus ojos.
Posteriormente se eligieron lugares de grabación como Zaragoza, Las Majadas
(Cuenca) y Bilbao, ciudad en la que se concretó la atención del rodaje en el Museo Guggenheim. Zonas como Cádiz o Tudela han servido además, para falsear
otras localizaciones y simular tierras cubanas o árabes, respectivamente.
Todas las películas de James Bond han seguido un patrón argumental muy similar,
estableciendo una trama simbólica-modelo a raíz de una serie de personajes
estereotipados, cuyo aspecto formal se repite en todos los textos audiovisuales,
aunque representados por diferentes actores y actrices.
Las proyecciones fílmicas del género suspense y espiatorio cuentan con el protagonista,
James Bond, la femme fatale o "chica Bond", que es seductora, provocativa y astuta y
el villano o el malvado, que tiene como objetivo principal dominar el mundo y acabar
con todo ser humano que se interponga en su camino.
Centrando la atención en el arquetipo del antihéroe del relato, el malo de las películas
de James Bond siempre es representado por un personaje masculino adulto, carismático
y físicamente elegante, adornado con joyas y con frecuencia, acompañado por un animal
doméstico. Son millonarios, propietarios de multinacionales, ambiciosos y generalmente,
con parejas más jóvenes que ellos, cuyo rol suele corresponder a la mujer fatal.
El villano más famoso de la historia de James Bond es Ernst Stavro Blofeld, jefe de la
organización criminal SPECTRA. Este personaje ficticio aparece por primera vez en la
novela Operación Trueno (1965), siendo también conocido bajo la acepción de
"número 1".
El rol malvado de Blofeld que ha estado presente en la mayoría de las producciones del
agente secreto 007, pasando por Desde Rusia con amor, Al servicio Secreto de su Majestad, Sólo se vive dos veces y Diamantes para la eternidad, entre otras, ha sido interpretado por numerosos
clásicos y célebres actores del cine, tales como Donald Pleasence, Telly Savalas,
Charles Gray, Anthony Dawson, etc.
Blofield es descrito por Ian Fleming en sus novelas como un hombre adulto de
aproximadamente 90 kg de peso, con una cicatriz muy visible que atraviesa su rostro
y calvo. No obstante, en la conocida "Trilogía Blofield" que engloba las novelas Operación Trueno, Al Servicio Secreto de su Majestad y Sólo se vive dos veces,
Fleming alude al personaje como un varón dotado de barba y cabello blanco,
reflejando de este modo, un peligroso genio que oculta su verdadera identidad
para evitar ser descubierto.
El final de Blofield se desvela en Sólo para sus ojos, donde el jefe de SPECTRA,
con un gato persa en brazos y anclado a una silla de ruedas, jura vengarse de Bond.
Sin embargo, el agente secreto acaba con Blofield arrojándolo por la chimenea de
una fábrica.
En referencia a la organización criminal de SPECTRA es una empresa europea cuya
misión es la conquista del mundo y su sede se localiza en París. A medida que la
franquicia ha ido aumentando su número de producciones cinematográficas, la
sociedad SPECTRA fue perdiendo importancia dentro del hilo argumental, terminando
por desaparecer en algunas ediciones. Su regreso en las últimas películas de la saga
James Bond se ha efectuado de manera superficial, sin alusiones explícitas al nombre
de la organización criminal.
Javier Bardem haciendo de Raúl Silva en Skyfall.
A pesar de las múltiples apariciones de Blofield en la vida del agente secreto, es quizás
Javier Bardem en su papel del villano Raúl Silva en Skyfall quien más revuelo ha
generado en la industria del cine. El impacto social ocasionado por el actor español
a través de su interpretación de malo le ha valido su nominación para los Oscar de
Hollywood. Skyfall es, además, la película que ha servido como homenaje a la carrera y evolución
de un héroe que cumple 50 años desde su primera aparición en la gran pantalla. Ante
este reconocimiento, Bardem dice sentirse enormemente agradecido y orgulloso de
compartir reparto junto a Daniel Craig.
"No querría que me hubiesen elegido para hacer otra película de James Bond. Participar en 'Skyfall' ha sido maravilloso, y poder colaborar en el homenaje de una carrera tan longeva como esta, es un regalo".
Tráiler Oficial de Skyfall.
No es la primera vez que el actor nacido en Las Palmas de Gran Canaria ejerce de
malo. Ya debutó en No es país para viejos, donde interpreta a un cruel psicópata
capaz de acabar con la vida de cualquier persona sin ningún remordimiento.
Interpretar al personaje que todos los espectadores odian resulta difícil pero
a la par es un gran reto que Bardem ha asegurado repetir si se le presenta la ocasión.
A todo ello, resulta imprescindible añadir que con independencia de la maestría y
medios extremadamente eficaces con los que cuenten referidos villanos, el triunfo
de bien sobre el mal es un valor impositivo en cualquier película de James Bond.
Por lo que, sin duda alguna, el papel de malo en el cine de acción inglés se encuentra
avocado al fracaso absoluto.
Desde la estelar aparición de la primera proyección de James Bond, el agente secreto
007 se ha visto muy bien acompañado de mujeres ciertamente bellas y sensuales,
aunque peligrosas.
Halle Berry en Muere otro día.
Haciendo hincapié en la figura simbólica de la "femme fatale" propia del género
cinematográfico conocido como cine negro (film noir), las películas de la franquicia se
han caracterizado por abordar la temática de la mujer y el rol que desempeña como un
arquetipo subversivo y que es capaz de causar la locura de los hombres.
Los personajes femeninos de las películas de James Bond se muestran inofensivos e
indefensos, mostrando a continuación su lado oscuro que ocasiona, generalmente,
graves problemas y riesgos al protagonista.
Las actrices que han recorrido la gran pantalla de la mano de Bond a lo largo de la serie,
son conocidas como las "chicas Bond" y representan la culminación de la belleza física
femenina, así como de la astucia y la sensualidad mortal. La mayoría de referidas
actrices ejercen, o lo han hecho en algún momento de su carrera profesional, como
modelos y personal de imagen.
Las chicas Bond suelen aparecer en una sola entrega de la saga, puesto que muchas
de ellas terminan por morir, encarceladas o simplemente desaparecen sin dejar rastro.
Además, todas las mujeres que interpretan dicho papel de gran explosividad sexual
mantienen un romance pasajero con el personaje de James Bond, quien parece ser
emblema del prototipo de soltero ideal y seductor por naturaleza.
A medida que han transcurrido los años, la importancia del papel de la mujer fatal en
la vida de Bond se ha visto incrementada. Pierce Brosnan ya mostró las primeras trazas
de un posible enamoramiento hacia Halle Berry (Jinx) en Muere otro día. Sin embargo,
Daniel Craig es el James Bond al que Eva Green (Vesper Lynd) en Casino Royal
consigue romperle el corazón.
Eva Green.
Algunos grupos feministas defienden que el patrón femenino establecido en las películas
de James Bond reduce a la mujer a una mera concepción de objeto sexual y de índole
perversa.
Muchos encarnan la maldad en su persona y recurren a los textos bíblicos para referirse
a Eva como la tentación que seduce al hombre, Adám, y lo manipula.
Numerosas revistas femeninas como Vogue o GQ hablan de las mujeres con cuerpos de
escándalo en términos de "chicas bond". Existen programas informáticos, páginas webs,
cursos de belleza y otra serie de actividades que han sacado partido al éxito del rol
subversivo de la mujer Bond, instalando negocios destinados a enseñar a las personas
a convertirse en auténticas "chicas bond".
Las chicas seleccionadas para participar en las películas de James Bond proceden de
lugares geográficos muy dintintos, acentuando la diferencia con el espía 007 que suele
ser representado por un actor de origen inglés. Las "chicas bond" han abarcado todos
los continentes pasando de Europa a Asía, África o Sudamérica, entre otras localizaciones.
La última de ellas es la modelo francesa Bérénice Marlohe, quien aparece en la película Skyfall y ha asegurado que no le gusta que la llamen chica bond porque considera que
resulta "simplista".
Edades de las mujeres "Bond" a la hora de realizar la película.
