miércoles, 7 de noviembre de 2012

EL "YES, WE CAN" VENCE DE NUEVO

Barack Obama ha vuelto a ser reelegido como presidente de Estados Unidos,
derrotando de forma contundente a su adversario, Mitt Romney. Obama ha contado
con el apoyo de 25 estados,sumando un total de 303 votos electorales y más de 53
millones de votos populares. Por su parte, Romney ha conseguido la victoria en 24
estados, obteniendo 206 votos electorales y contando con 52 millones de votos
populares.
A pesar del aparente similitud en el resultado de los sondeos, el candidato demócrata
ha alcanzado el respaldo de los llamados "estados clave", así como de California, que
se configura como el estado más importante de cara a las elecciones, puesto que cuenta
con la mayor densidad de población y otorga 55 electores a la presidencia (53
representantes y 2 Senadores).
El nuevamente presidente de Estado Unidos ha contado, además. con el apoyo
concedido por el voto femenino, la población de clase media, las minorías étnicas y los
jóvenes de menos de 50 años. La elección del candidato republicano ha sido
protagonizada, en gran medida, por hombres blancos y sectores pudientes.
A nivel exterior, Europa y España, particularmente, suspiraban por la reelección del
líder demócrata, a quien vislumbran como la esperanza de superacion de la crisis
económica. Obama es percibido como un aliado para la recuperación, mientras que
Romney se presenta más adverso y crítico con la sociedad europea.
A diferencia de ex-gobernador de Massachusets, que defiende que "Estados Unidos no
debe seguir el camino de España", Obama mantiene la consideracion de ayudar a la
nación española y ruega a Europa que contribuya a evitar su retroceso.
La victoria del candidato demócrata supone un respiro para España y Europa, en
general, que ven en Obama la posibilidad de contar con la colaboracion de la potencia
hegemónica mundial en el ámbito económico.
La mayoría de los homosexuales también ensalzan su alegría ante el éxito de Obama,
puesto que mantendrán la posibilidad de contraer matrimonio en determinados estados
de la nación. El presidente se presenta como el primer jefe de estado estadounidense
que se ha declarado a favor de los derechos de los homosexuales a contraer nupcias
matrimoniales, sin embargo, este derecho deber ser estipulado y aprobado por cada
estado.
Son 11 los estados que permiten el matrimonio entre homosexuales de manera legal
(Connecticut, Massachusets, Vermont, Iowa, New Hampshire, Nueva York, Delaware,
Hawai, Illinois, Nueva Jersey y Rhode Island), mientras que los estados de Washington,
Maryland y Maine han aprobado leyes que autorizan estas uniones y  que, tras la
reelección del actual presidente, entrarán en vigor el 1 de enero de 2013.

Leyes de uniones entre personas del mismo sexo en los EE.UU.     Matrimonio homosexual     Uniones civiles concediendo derechos parecidos al matrimonio     Uniones civiles concediendo derechos limitados y enumerados     Se reconocen los matrimonios entre personas extranjeras del mismo sexo      Sin prohibición específica o reconocimiento de uniones o matrimonios entre personas del mismo sexo     Matrimonio prohibido por ley     Matrimonio prohibido constitucionalmente     Matrimonio y otros tipos de unión civil prohibidos constitucionalmente

Por otro lado, Romney ha declarado durante toda la campaña su oposición al
matrimonio homosexual y su pretensión de aprobar una enmienda constitucional que
definiese el término "matrimonio" como el vínculo entre un hombre y una mujer.
Además, interpuso una negativa a la derogación de la ley "Don't ask, don't tell", que
prohibía el alistamiento en el ejército de las personas confesadas abiertamente
homosexuales.



Otro asunto de fricción entre ambos candidatos, y para el cuál, la elección de Obama
ha acarreado consecuencias positivas, es el aborto. El demócrata defiende el derecho
de elección de la mujer a abortar o no, sin que exista una necesidad de intervención
por parte de los políticos. Prueba de ello es el mantenimento de la enmienda federal
"Roe vs Wade" (1973) aprobada en su día por el Tribunal Supremo, que Romney ha
querido abolir, y que permite el aborto libre.
El candidato republicano ha defendido su postura pro-vida, aceptando esta medida
ante casos exclusivos de violanción, incesto o posibles perjuicios para la salud.
En contraposición a la pretensión de Romney de eliminar las subvenciones de los
centros de planificación familiar, Obama reitera su apoyo y la capacidad de las mujeres
a decidir por sí mismas acerca de su salud, en consenso o no, con sus parejas y/o
médicos.
Y es que parece ser que, ante la imagen del "gigante arrollador" expuesta por Romney,
el delicado "Yes, we can" de Obama ha sido el ganador de esta dura lucha política.


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